Hoy, bajo la inmensidad del firmamento que tanto admiras, celebramos no solo tu nacimiento, sino la constelación de virtudes que te define. En el gran libro del universo, eres una estrella singular: pedagogo de alma, médico de corazón, soñador de mundos posibles y lector de lo imposible.

Como buen amante de la astronomía, sabes que cada estrella tiene su tiempo para brillar. Hoy, en esta órbita que compartimos, tu luz nos guía: con sabiduría, con humanidad, con esa pasión por el conocimiento que convierte cada aula en un universo y cada palabra en una nueva galaxia por explorar.

Tu vida, tejida con hilos de ciencia y fantasía, de lógica y maravilla, nos recuerda que enseñar es un acto de magia, y que quien educa también sana, aunque nunca haya usado un bisturí.

Feliz cumpleaños, capitán de nuestras estrellas. Que este nuevo viaje alrededor del sol te regale salud, alegría y nuevas páginas para seguir escribiendo tu historia.